jueves, 24 de septiembre de 2015

Parte II. Limpieza de cristales de cuarzo.

Todo lo que hay en una casa (así como todo en la vida) posee una vibración o frecuencia determinada. Los objetos pierden su fuerza vital cuando su frecuencia óptima se debilita. Al poner un cristal de cuarzo en una habitación, éste hace generador y proyecta frecuencias energéticas de tu casa y los objetos que hay en ella pueden absorber. Por lo tanto, dicho cristal contribuye a que las cosas que hay en tu hogar conserven la frecuencia óptima. Un inconveniente de los cristales de cuarzo transparentes es que deben limpiarse cada cierto tiempo para que conserven sus propiedades como transmisores.

Si limpias tu cristal de cuarzo con regularidad, éste conservara toda su vitalidad. De lo contrario, con el tiempo perderá su capacidad vibrátil. No es necesario que fijes una fecha concreta de antemano para limpiar los cristales. Hazlo cuando te parezca que han perdido su “viveza”. Es posible que sólo tenga que hacerlo cada varios meses o, si te encuentras en un momento de transición, una vez a la semana más o menos. Límpialos también cuando hagas la limpieza general anual, y aprovecha para reajustarlos o reprogramarlos.

Pon el cristal sobre un trozo de sea y colócalo donde le dé el sol. Déjalo allí durante tres o cuatro hora. Este método aprovecha el poder curativo y esterilizador del sol para limpiar y revitalizar el cristal.


También puedes purificar los cristales con agua y sal. Prepara una solución que combine como mínimo una taza de agua y media taza de sal. Sumerge un trozo del cristal en la sal y deja que éste absorba la solución como mínimo durante veinticuatro horas. Este método, además de limpiar el cristal, lo pone en contacto con la tierra.



Asimismo, puedes limpiar los cristales de cuarzo con aceite de eucalipto. Coloca el cristal en tu mano y frota toda la superficie con el aceite de eucalipto. Aplica el aceite desde la base (la cara plana o inferior) hasta la faceta (la punta o ápice del cristal, en el que confluyen todas las caras). Esta técnica resulta útil cuando no sale el sol o no dispones de veinticuatro horas. El efecto purificador del eucalipto junto con el movimiento de frotación reajusta su cristal a la vez que lo limpia.

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