La
sal es uno de los mayores dones que la tierra ha concedido a sus hijos. Tiene
la facultad de neutralizar la
negatividad y limpiar nuestra aura. La sal aumenta la conductividad de la
electricidad a través del agua. Cuando nos sumergimos en agua salada nuestra
piel, que es una membrana semipermeable, absorbe esta solución. A continuación,
dicha sal interacciona con la bioelectricidad de nuestro sistema nervioso. Los
baños de sal nos ayudan a transmitir los campos de fuerzas eléctricas que hay a
nuestro alrededor.
Si
deseas tomar un baño de sal para conectar con la tierra y para limpiar tu aura,
coge un kilo de sal o medio kilo de
sal y medio de bicarbonato sódico, disuélvelo en el agua y permanece en remejo durante media hora.
Mientras tomas el baño, relájate completamente y visualiza que te disuelves en
la sal. Imagínate que la sal limpia todas las zonas de tu cuerpo y todas las
partes de tu ser.
Los
restos de sal que queden pegados en tu piel cuando salgas de la bañera harán
que te sientas como si acabaras de tomar un baño en el mar, lo cual no tiene
por qué resultar desagradable. Pero si lo prefieres, puedes ducharte. Ello no
disminuirá la eficacia del ritual purificador.
Sales de Epsom |
Otros temas relacionados:
La sal en el dormitorio
La purificación de la casa por medio de la sal
Parte I. La sal como purificador natural.
Parte II La sal como purificador natural.
Crea un vórtice con la sal
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué opinas? Escribe tu comentario