Si notas que en tu vivienda puede haber algún tipo
de espíritu, primero debes de identificar qué tipo de espíritu es. Los espíritus
malignos son
difíciles de sacar y necesitarán ayuda profesional. Si es un poltergeist
incluso se recomienda cambiarse de casa. Ya que muchas personas aún siendo
asistidas por expertos no logran liberarse de la carga negativa que ellos traen
consigo. Para identificarlos estos espíritus, según los parapsicólogos,
provocan una sensación de frío polar cuando están cerca, temor y pesadez. Estas
entidades además afectan el entorno y son los animales quienes más se inquietan
con su presencia. Sin embargo, en caso que uno de estos espíritus habite tu
hogar hay que poner especial atención a los más pequeños del hogar, ya que los
niños poseen una sensibilidad especial y por ende, son más vulnerables.
En
caso que sea un espíritu protector, su presencia viene acompañada de un aire tibio
y reconfortante. Lo recomendable, dicen los parapsicólogos, es hablar con él,
indicarle que estás agradecido por su ayuda pero que, sin embargo, debe seguir
su camino de ascensión y bajo ningún punto dejarlo tú amarrado a este plano. A
veces somos nosotros quienes evitamos que se vayan, porque los extrañamos y al
tenerlos ahí sentimos su presencia.
Si
tu caso es un espíritu que no es ni bueno ni malo, algunos expertos en
esoterismo recomiendan que debes rociar con
agua bendita toda la casa y poner especial atención a las esquinas, lugar
donde se concentra toda la energía. Si eres creyente, proponen que te acompañes
de un rezo con mucha fe y solicitar
ayuda a seres celestiales para que guíen su camino.
Nunca
olvides:
- Jamás invites a un espíritu, ni permitas que se quede.
- Protege a los más pequeños del hogar poniendo en su mesa de noche un vaso de agua con sal que debes tirar al otro día por agua que corre. Los ángeles son excelentes protectores.
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