lunes, 16 de noviembre de 2015

Te Regalo lo que se te Antoje


Hace años cayó en mis manos el libro de Metafísica 4 en 1 de Conny Méndez. Me ayudó mucho ya que vino a mí en unos momentos en los que deseaba recuperar la conexión con mi parte espiritual. La receta que os muestro a continuación, extraída de su libro (aunque con algunos matices personales), la llevé a cabo obteniendo óptimos resultados. Escribí una lista de deseos que, tal como indica la autora en el libro, se me fueron cumpliendo uno a uno. Sin embargo, llegué a la conclusión de que la felicidad que pensaba alcanzar cuando  estos se cumplieran, no era tan idílica como había imaginado. 
¿Estás preparado(a) para que todos tus deseos se hagan realidad?

  • Escribe en un papel, y en orden de importancia para ti, todas las cosas que tú deseas y sin temor de pedir demasiado, pues la fuerza que te voy a dar a conocer no sabe de limitación.
  • Lee tu lista al despertarte y antes de dormir.
  •  Piensa a menudo en tus deseos. Goza imaginándolos, y siempre que los recuerdes di: 


Señor, haz realidad mis deseos, en  armonía con todo el mundo y de acuerdo con la voluntad divina. Bajo la gracia y de manera perfecta.
                           Gracias Padre que ya me oíste.


  • No le cuentes a nadie lo que estás haciendo. Esto es muy importante porque si lo comentas con alguien, se disipa toda la fuerza y no verás realizados tus deseos. Eso es todo.



Ahora... Para mayor satisfacción tuya, sé espléndido(a) contigo(a) mismo(a). No digas en tu lista que deseas una casita “aunque sea chiquitita”.... Pídela del tamaño que te convenga y te agrade plenamente. Si es dinero, menciona la suma, si es trabajo indica qué clase, el sueldo al que aspiras, las condiciones y la localidad más conveniente para ti.

 En tu primera lista pon cosas sencillas para que te vayas acostumbrando tú mismo a ver caer y ocurrir maravillas, pues como jamás has hecho esto, no vas a creer que sea posible, y te advierto que esta duda te puede costar el que no veas lo que has pedido. Es natural que te vengan dudas y desconfianza porque la idea es muy nueva para ti. Pero cuando sientas escepticismo, pesimismo, etc., saca tu lista, reléela y da las gracias de nuevo.
         Ah..., te va a sorprender que cada vez que leas tu lista, primero vas a tener que tachar algunos puntos porque ya se te habrán realizado. Entonces tendrás que hacerla de nuevo, poniendo otros puntos en los lugares más importantes. No te preocupe esto. Es natural, a todo el mundo le ocurre. Lo que sucede es que tu Yo Superior te va indicando que muchos de estos deseos están ya al alcance de tu mano, mientras que hay otros que no lo están tanto.

       Ah..., no te pongas a juzgar respecto a la manera cómo se te van a dar porque esto es contraproducente. La Gran Fuerza Espiritual está más allá de tu comprensión humana. Acepta lo que te da con gratitud, no la interrumpas ni la cohíbas, y sobre todo, no se te ocurra pensar o decir o exclamar cuando veas tus deseos realizados: ¡Cómo va a ser! ¡Esto no parece posible! Si lo que parece es que todo esto se iba a realizar de todas maneras! “NADA DE ESO”!!! Lo que pasa es que la Gran Fuerza Espiritual (cuyo nombre verdadero, entre paréntesis, es “La Ley de Precipitación”) es completamente impersonal y coloca sus dones en los lugares más armoniosos, más naturales, aprovechando los canales ya establecidos en tu propia vida. A ella no le interesa el exhibicionismo ni la sorpresa. Sólo cumple con su cometido de darle lo que tú pidas, donde mejor convenga.

Estoy segura que este método te ayudará a hacer realidad todos tus sueños.

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1 comentario:

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