domingo, 21 de agosto de 2016

INVOCACIÓN PROTECTORA

Siéntate en una posición confortable con tu columna recta. Mantente calmada y despeja tu mente de cualquier pensamiento. Inspira profundamente e imagina un rayo blanco de luz entrando por la parte superior de tu cabeza.

Espira lentamente…

Imagina esta luz blanca rodeando ahora todo tu cuerpo y un segundo rayo de luz blanca que surge de la región de tu corazón. Este segundo rayo de luz se une con la primera luz y rodean completamente tu cuerpo y la habitación en la cual te encuentras.

Acepta la presencia de esta luz protectora. Intenta no pensar sobre ella, simplemente concéntrate en tu respiración y en la presencia de esta luz.
 
Di para tus adentros o en voz alta…

Estoy completamente protegida y equilibrada con esta luz blanca. Sólo mis maestros, guías, mensajero y las entidades queridas que desean mi bien son capaces de influenciarme ahora.

Mientras inspira, di…

La luz y la positividad del Universo se vuelven parte de mi conciencia y me protegen.

Mientras exhalas, di…


      Me estoy fundiendo con la divinidad y la energía de mi alma está protegida.


      Mantente relajada, en esa misma posición durante unos minutos, sintiendo tu nuevo estado de protección. Da las gracias al Universo por ello y repite esta invocación cada vez que te sientas perturbada.






sábado, 20 de agosto de 2016

RITUAL PARA ALEJAR LAS ENVIDIAS

Por lo general, la envidia evita el proceso de crecimiento y bienestar de las personas que la reciben. Si eres víctima de ella, o piensas que puedes serlo, practica este sencillo ritual blanco un vez al mes y libérate de las energías negativas.

Necesitas:

  • Un espejo redondo, pequeño
  • Una cruz de madera (mejor si es de madera de ocote)
  • Tres limones
  • Una bolsa de plástico
  • Agua bendita


Ritual:

Cualquier sábado en Luna menguante, coloca la cruz y los limones sobre el espejo. Déjalos sobre la mesilla de noche del lado derecho de tu cama y di estas palabras en voz alta:

“Dios mío, que todas las envidias y problemas se reflejen sobre el espejo y las malas vibraciones causadas sean absorbidas por los limones.”

Déjalo allí durante tres días. Al finalizar este periodo, por la mañana, recoge los limones dentro de la bolsa de plástico y arrójalos a un basurero lejano a tu hogar. Limpia la cruz y el espejo con el agua bendita y guárdalos para la próxima vez que los necesites.

Espero que este sencillo ritual te haya gustado y te ayude a liberarte. Si es así, dale a me gusta y comparte. 

¡Un abrazo!