El
poder de la sal proviene en parte de su estructura
cristalina. En la actualidad están llegando a nuestro planeta una gran
diversidad de energías etéreas. El uso de cristales ha proliferado en estos
últimos años, y ello se debe a que sus propiedades para canalizar y realinear
estas nuevas energías.
La
sal es el más asequible de entre todos los cristales, y sus propiedades
cristalinas pueden ayudarnos a canalizar
la energía por el interior de nuestro cuerpo y dentro de nuestro entorno
doméstico. La sal no sólo sirve para realinear las nuevas energías, sino
que además actúa como conductor de la energía bioeléctrica etérica. Aumenta el caudal de energía etérea que
fluye por nosotros y por tu casa.
Si
deseas purificar tu propia casa, es
mejor que utilices sal natural, o sea,
sal de mar o sal de roca sin yodurar. Tu elección dependerá de los fines
que desees conseguir. Si empleas sal de mar atraerás las fuerzas del mar, que
son particularmente beneficiosas para la
purificación y la curación emocional. La sal de roca, por otro lado, se asocia con las fuerzas de la tierra,
y resulta muy útil para logra una sensación
de equilibrio y arraigo. No obstante, estas diferencias son muy sutiles de
modo que, uses la que uses, obtendrás un resultado parecido.
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